Boletín informativo de la
Federación de
Estudiantes de Trabajo Social
Universidad de Puerto Rico
Ningún ser humano es
ilegal.
(Soy de la sangre
Humana)
Escrito por Grace Blanco y Alberto Germosen
Estudiantes FETS/UPR
Como sustancia controlada, como carro sin marbete,
tal ser humano sin pasaporte. No hay papel, no hay derechos. Presos/as del
trabajo, de la opresión, del discrimen, de la pobreza. Mientras lo cotidiano se
va en ser protagonistas clandestinos/as en la construcción del País al que
llegan. Presionados/as por los síntomas dañinos del capital, emigran olas de
seres humanos en búsqueda de un mayor bienestar. Los ritmos, los colores, las
culturas se pasean por nuestras calles, se cruzan las lenguas, se mezclan las nacionalidades, historias y formas de ver e interpretar el mundo.
Atender la situación de migrantes alrededor del
mundo es un asunto de dignidad y de derechos humanos. Seres humanos que
persiguen el bienestar para sí mismos, para sus seres queridos, para su país, o
en ocasiones sin siquiera haber querido abandonar su lugar de origen. Y es que,
la especie humana históricamente ha estado dividida, estratificada entre
fronteras, por supremacías de color y razas que han sido construidas
socialmente, ubicando unos seres humanos por debajo de otros por
características e imaginarios impuestos. Nos referimos al inmigrante como
sujeto que ha sido excluido del sistema social, político, cultural y económico,
que expone su vida a merced de la travesía legal e ilegal, sin ser un obstáculo
ante un sueño para una mejor vida. A pesar de que muchos/as toman como puente
y/o refugio otros países para alcanzar un mayor bienestar, siempre les queda el
anhelo de volver a ese país que es el génesis de sus vidas para el disfrute
pleno de ésta.
Es importante que nos hagamos conscientes sobre la situación de los
inmigrantes alrededor del mundo comprendiendo que ningún ser humano se antepone
a otro por razón de nacionalidad. Mucho menos que los derechos de una persona
dependen de la obtención de un papel que al final del día tampoco aseguran una
vida digna, sino que viene cargado de la tarea cotidiana de sobrevivir en un
país que no es tuyo. El llamado es hacia el respeto de los derechos humanos,
hacia el disfrute y reconocimiento de la diversidad cultural, la justicia
social, la equidad, y finalmente, hacia la construcción de ciudadanos y
ciudadanas del mundo. La FETS exhorta a que todos los días te vistas de
inmigrante, seas solidario/a y comprendamos que tener derechos no es asunto de
cargar papeles sino del buen vivir.
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