Boletín informativo de la Federación de Estudiantes de Trabajo Social
Marzo 2014-No. 2
 


“Hombres, sus derechos y nada más: mujeres, sus derechos y nada menos” -Susan B. Athony-
 
Se escuchan voces. Voces que gritan, luchan y resisten. Antes del grito, hubo un canto de dolor y silencio provocado por una idiosincrasia de dominación, exclusión y discriminación. Una estructura basada en ideas y creencias estereotipadas, fueron responsables de legitimar y normalizar la violencia del sistema patriarcal.  Enraizada en un sistema político, económico, social y cultural con falso sentido de justicia y dirección. 

Hoy alzamos nuestra voz, para denunciar la opresión y subordinación de la mujer. Se trata de una lucha histórica de la mujer por sus derechos y libertades; el derecho de su alma; el derecho a la emancipación de su cuerpo; el derecho a una mejor condición y compensación laboral. El derecho a ser escuchada mediante la participación en distintos espacios.

La universidad es uno de esos espacios que le permite a las mujeres trazar sus propias rutas, porque  creemos en un mundo tan diverso como equitativo. La educación nos permite problematizar y desarrollar una conciencia crítica sobre este asunto. Las obligaciones no adquiridas pero impuestas socialmente demandan a la mujer el ejercicio de roles que representan una doble jornada y a su vez cooptan sus deseos.  La lucha de las mujeres en el contexto puertorriqueño ha sido trascendental en la calidad de vida del país. Representando así, un punto de convergencia que ha brindado espacio a diversos grupos que promueven la equidad de género.

Tomar conciencia es un imperativo en un mundo eminentemente diverso. El epicentro de esta fractura social se justifica en el desplazamiento de la mujer en los medios de producción. Esto es el  resultado de la injusta distribución del excedente en el mercado capitalista. Es importante reconocer que los medios de comunicación participan en la producción y reproducción de estas condiciones de violencia social hacia la mujer. Lo cual se sostiene en cuatro pilares que estamos llamados/as derogar. Basta ya de la domesticación, dosificación, objetificación y comercialización femenina en los medios de comunicación. Todos/as somos parte de esta lucha, una lucha que continúa.


Redactado por las estudiantes de la EGTSBL Katherine Nieves Torres y Maria de los A. Vargas Cancel

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