Un Sistema de Salud para atender la Crisis

27 de febrero de 2014

MARINILDA RIVERA
La crisis económica y la degradación de los bonos a chatarra han acaparado los titulares de la prensa del país. Desde entonces, no se han hecho esperar múltiples propuestas desde los diversos sectores de la ciudadanía y del Gobierno: reducción de jornada laboral, aumento en el IVU, agresividad en la captación de los recaudos, reducción de la plantilla gubernamental, reducción de gastos administrativos, privatización, fusión y eliminación de agencias gubernamentales, entre otras medidas. Sin embargo, es pertinente analizar una propuesta que ha estado discutiéndose desde 1970: la implementación de un Sistema Universal de Salud.


Mucho antes de esta degradación, al pueblo de Puerto Rico le habían degradado uno de los derechos más fundamentales que tiene el ser humano, el derecho a la salud. Para el 2010, el gasto total de los servicios de salud superaba los $12,600 millones anuales, alrededor del 21% del producto nacional bruto, mucho más que Estados Unidos (el 15.6%).

Contradictoriamente, el precio pagado no nos ha hecho los más saludables del mundo. Ahora bien, sabemos que las reformas y “deformas” del sistema de salud han asesinado a pacientes en espera de referidos, operaciones y trasplantes, han causado el éxodo de la clase médica, han provocado las condiciones precarias del Centro Médico, el principal centro de atención médica para el país y otros pueblos hermanos del Caribe, entre otras consecuencias.

Es por esto que la Alianza de Salud para el Pueblo, ha levantado su voz proponiendo la transformación de nuestro sistema de salud, como medida para atender la crisis económica del país y garantizar el derecho a la salud y a la vida de los ciudadanos. El pasado mes de noviembre el Proyecto de la Cámara 1185, radicado por petición de más de 20 organizaciones comunitarias y que puede viabilizar dicho propósito, fue aprobado con algunas enmiendas en la Cámara de Representantes. Actualmente, se encuentra en espera a ser llamado a vistas públicas en el Senado.

Ahora es mucho más urgente atender seriamente esta propuesta y verla como una alternativa para impulsar la economía de nuestro país. Como dijo Martin Luther King (1966): “De todas las formas de desigualdad, la injusticia en el cuidado médico es la más chocante e inhumana”. Un pueblo sin salud es un pueblo que no tiene las fuerzas para desarrollar su país. No nos sentemos a esperar que lo próximo que nos degraden sea la vida, el derecho a simplemente vivir.


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